Viviendo en Letras

Alguno ha visto la película Eat Pray Love ? Debo admitir que la primera vez que la vi, después de hora y media de lentitud ya me estaba quedando dormida en la sala de cine. Luchando para mantener los ojos abiertos miraba a mi amiga y le preguntaba ¿A que hora va a aparecer Javier Barden? Se supone que él y Julia Roberts eran los protagonistas, pero ella ya había cruzado el continente, comió como loca en Italia;  reza, medita, reflexiona en la India y el tipo nada que aparece. Yo ya estaba aburrida, hasta  que llega a indonesia y por fin aparece el "tíguere" (como diría mi buena amiga indhira). La verdad no puedo decir que está en mi lista de películas recomendadas; aunque debo ser un poco masoquista porque la he visto dos veces. A finales de enero fui a pasar una semana a casa de mi amiga y allá me topo con el libro "Eat Pray Love", ya había repasado varias veces las revistas de consejos fashion femeninos, no llamaba mi atención la programación en la TV y ...

 Una de mis compañeras en el trabajo dijo una vez,  "el hombre es un animal de costumbre" y si lo pensamos por un par de minutos, nos damos cuenta de que somos ejemplo de la veracidad de la frase. A veces nos acostumbramos a cosas buenas, en otras ocasiones a realidades de las que no estamos orgullosos pero que han inundado nuestra vida a un nivel que es difícil resistirse a la costumbre; ejemplo de esto son la violencia y las tragedias. Es normal ver la pantalla de nuestros televisores teñidas de violencia, escuchar la trágica narración de quien cuenta la forma en que a diario terminan cientos de vidas en nuestra mitad de isla, este paraíso del caribe que se ha convertido en un nido de corrupción que cada mañana se baña con sangre inocente, un nido que reposa en un gran árbol de impunidad, fabricado por ramas de mentiras. Pero esta semana la tragedia le ganó a la violencia  y día tras día vamos contando los cadáveres de un grupo de desesperanzad...

En las historias bíblicas  y en los relatos sobre antiguas civilizaciones, se resaltaba el papel de los ancianos (que por la experiencia se hacían sabios) a la hora de aconsejar a los jóvenes y decidir el futuro de las naciones inclusive . Desde un ciudadano común hasta los reyes de las ciudades mas importantes tomaban muy en serio los consejos de los ancianos para encarar los desafíos que les imponía la vida. Pero las transformaciones que ha sufrido nuestro mundo, de la misma forma que ha traído maravillas  para "facilitar" nuestra existencia, también ha enterrado tradiciones y simplemente nos hemos olvidado del valor de un buen consejo, de esos que solo la experiencia de alguien que ha vivido mucho tiempo puede dar, y los ancianos han pasado a ser la pieza "abrazable"  del museo familiar. Alguien con quien nos tomamos fotos tiernas, pero que no pinta nada en nuestra vida, mucho menos en nuestras decisiones. Por un momento nos aconsejó mamá, pero como ellas nu...