Desde el fallecimiento de mi amiga, cada año le escribo a quien fue su esposo para saber de él. Ellos tuvieron una relación muy especial, tan especial y bonita que muchas veces dudé de la autenticidad de la misma, pero el tiempo y los hechos se llevaron mi escepticismo. Pocas veces he visto la devoción que ella tenía hacia él, muy pocas veces he visto los cuidados que él tuvo con ella. En nuestras conversaciones de cada año recordábamos a mi amiga, yo le contaba lo enamorada que siempre estuvo de él (lo cual segurísimo él siempre supo) y el me contaba lo especial que yo era para ella. El año pasado me dijo que había tenido un bebé y, aunque me alegraba por él, sentí un frío en el corazón. Mi amiga estaba embarazada cuando murió, sería el primer hijo de ambos y no cabía más ilusión en ella: - Ami, voy a tener un hijo con el amor de mi vida Así era ella, así siempre habló de él y me consta que él siempre estuvo a la altura de su devoción, pero el destino tiene for...
Reflexiones, historias, sucesos... la vida desde mi realidad