Setting the tone for 2025

Este espacio es una de mis terapias favoritas! 

Las últimas semanas estaba anhelando el tiempo, el espacio, la inspiración... para venir aquí y simplemente ser. Alinear mis pensamientos y dejar que las palabras fluyan para cerrar un año intenso, desafiante, agotador, pero bueno, muy bueno. 

Mi salud ha sido el mayor desafío del 2024, desde febrero mi cuerpo se ha atacado a sí mismo de una forma que hasta a los médicos les ha costado entender, que a veces pienso que yo entiendo mejor que ellos, pero aún para mí es extraño. La mejor forma de resumir esta locura es decir que tengo días buenos y días difíciles. Algunas veces puedo hacer mil cosas y otros días no hay energía para nada.  Es algo que no se controla del todo pero tampoco me va a matar, no tengo más opción que disfrutar de todo cuando se puede, y quedarme tranquila cuando el cuerpo no quiere. 

Este proceso me ha enseñado mucho sobre lo frágiles que somos, sobre la importancia de contar con redes de apoyo, la importancia de la buena compañía, el valor de los abrazos sinceros, sobre todo, entender quién es mi gente. También pensar en la forma en que correspondo a mi gente, porque no solo es servirse de los otros, es también estar dispuesto a servir, reconocer y comunicar cuando uno está en deuda de tiempo, de presencia, de afecto con esos que te quieren de gratis y que están para tí porque si. 

El trabajo fue todo lo que pedí y más. Extrañaba el agotamiento que vale la pena, la sensación de realización a pesar de estar drenada, la alegría de saber que sí puedo, que pudimos! porque sin el apoyo de cada uno desde su rol nada es posible. Cierro con un montón de proyectos en desarrollo, con muchas ideas dando vueltas en mi cabeza que acaricio con ilusión para el año que que se acerca, dejando espacio a las contingencias, que siempre vendrán y que traen consigo su proprio estrés y su particular magia.   

A lo largo de un año pasa de todo, pero entre el éxtasis y la monotonía he tenido tiempo de entender lo que quiero y no conformarme con menos. No se trata de lo que uno merece, es lo que uno quiere! El valor de las conversaciones honestas, la timidez  con la que a veces vienen los sentimientos auténticos, el amor.  A veces uno se confunde entre lo que quieres escuchar y lo que el otro te dice, construyendo realidades que simplemente no existen. He tenido que deshacer los espejismos que yo misma creé para aceptar la realidad como es y volver a enfocarme en lo que quiero. 

2024 fue mi año más social, mi hermosa comunidad de InterNations ha evolucionado a  #LaAgendadeFiores y entre las experiencias, los cuentos y los chismes ya somos casi un barrio jejeje.  Eventos que hace un par de años eran para literalmente dos o tres personas, ahora son de 20 y 30.  Playa, museo, teatro, conciertos, juegos en la casao en el parque... se ha hecho de todo, y me encanta!  Para 2025 quizás serán menos encuentros pero más cuidado en la forma en que dan, más calidad y el mismo amor que me atrevo a decir viene de parte y parte. Esta comunidad se ha convertido en parte del balance de mi vida, la desconexión que mi salud mental necesita para ser un humano funcional, viene con su estrés, pero lo asumo con amor. 

Qué pido/espero del 2025? Fuerza, enfoque y equilibrio.  Porque aunque queramos ser siempre felices y estar en salud, la vida va a traer lo que le de la gana y tenemos que vivir a pesar de lo que traiga.  Necesito fuerzas porque a veces se me agotan, enfoque para no distraerme en cosas que no agregan valor ni me acercan al lugar donde debo estar y equilibro para dividir mi atención y mi tiempo de la forma más justa posible. 

Playa El Encuentro, Cabarete 

He tenido chance de respirar para cerrar de forma tranquila un año que ha sido, sobre todo, muy dinámico.  Saborearé un rato más la tranquilidad de estos días para asumir con la mejor actitud lo que está por venir, que siempre será bueno. 

¡Felices fiestas de fin de año!