Ir al contenido principal

Construyendo Relaciones Saludables

“El que anda con cojo, al año cojea” Refrán

“Dime con quién andas y te diré quién eres” Refrán

Sin temor a equivocarme  me atrevería a afirmar que todos en algún momento hemos escuchado una de estas frases. Algunos durante nuestro crecimiento, otros después de grandes,  pero seguro que alguien nos ha advertido o enseñado a través de una de ellas.

Estudios han demostrado que nuestra personalidad está definida por factores genéticos y por factores ambientales (influencias que recibimos del entorno en el cual nos desarrollamos). En algunos casos  esos factores actúan en nosotros en partes iguales (50% genes 50% entorno), en otros vemos personas que se revelan a su realidad y deciden ser  diferentes, pero en la mayoría de los casos el entorno le gana a los genes y tiene mucho que ver en lo que somos.

Una de mis profesoras del colegio, de esas que dan lecciones de vida que las inmortalizan en nuestros recuerdos (Gracias “Fifa”), solía decirnos entre una clase y otra,

“mis hijos, júntense con gente que les sume”

Aunque a simple vista esto pudiera parecer algo material, esas palabras tenían un fondo muy humano que me ha acompañado desde aquellos días, y han sido determinantes en mi éxito para hacer  buenas amistades y mantenerlas a través del tiempo. La profe  aclaraba,

“cuando yo digo que se junten con gente que le sume, no me refiero al aspecto económico. Júntese con gente que le sume conocimiento, que le sume buenas costumbres, que le sume valores, que usted aprenda de ellos y ellos de usted, desarrolle relaciones saludables”

Ella  fue mi maestra en tres ocasiones, y entre sus sermones este nunca se quedaba.  Por más teorías que se inventen para  desmentir este asunto, la vida me ha hecho creer mas en ello a través de las cosas que uno ve mientras crece.

De la misma forma que los mensajes subliminales crean en nosotros necesidades inexistentes a través de la publicidad, en nuestras relaciones sociales nos hacemos objeto de miles de mensajes de este tipo, que de manera inconsciente  van formando  nuestra personalidad y definiendo nuestro ser.

“Tus amigos son una extensión de ti mismo”

Si nos detenemos a pensar un rato sobre ¿Quiénes son nuestros amigos? ¿Por qué nos gusta estar con ellos? ¿Qué hemos aprendido de ellos? ¿Qué han aprendido de nosotros?... nos vamos a dar cuenta de que tenemos más semejanzas de las que imaginábamos, que en nuestras costumbres hay una que otra cosa que adoptamos de ellos y que de igual manera también en ellos hay algo de nosotros. Definitivamente, tal y como decía mi profesora y de acuerdo con las advertencias de nuestros padres hay que ser cuidadosos a la hora de seleccionar los amigos. Así como entra lo bueno también lo hace lo malo, la mayoría de las veces este es un proceso que se da de forma inconsciente y una vez ciertas costumbres pasan a formar parte de nuestros hábitos, es muy difícil dejarlas atrás.

Esto no es un llamado a hacer acepción de personas, estoy de acuerdo con que cada uno tiene algo bueno que enseñar (porque nadie es completamente malo) y también sé que las personas pueden cambiar, pero lamentablemente hay seres cuya vida es un lodo con el que queda embarrado todo el que se relaciona con ellos. Por lo tanto HAY QUE TENER CUIDADO.

Examine su entorno, vele por su integridad, júntese con gente que le sume y sume usted también a la vida de los otros.

Aprendamos a construír relaciones saludables.

Comentarios

  1. :-) totalmente de acuerdo. Mi mama siempre me dice júntate con personas que en vez de restarte te aporte. De la persona menos pensada podemos aprender, el detalle es saber filtrar lo que se aprende y saber con quien lo aprende

    ResponderEliminar
  2. Hay que tener mucho cuidado con seleccionar con quien nos vamos a relacionar. Podemos tener muchos conocidos, pero pocos amigos, y por ser pocos con más razón hay que saber seleccionarlos. Esos amigos son con quien comparte tu tiempo importante, es con ellos que aprende cosas que hasta entonces no sabia que existía, o que se pudiera hacer, son con los que escuchas experiencias. Ya compartiste hoy con ellos, y ya quieres que llegue el día de mañana para seguir compartiendo con los mismos. De ellos (tus amigos) es que debes de hacer una pequeña, pero muy sincera evaluación, y concluir con un diagnostico personalizado de cada uno. Aquel que no contradice los consejos de tus padres, te aconseja que obedezca las órdenes de tus padres, ya es un potencial candidato para poder ser un amigo. Démosle la oportunidad a otros de que sean nuestros amigos.
    Ramón Elías Rivera

    ResponderEliminar

Publicar un comentario