“Tu felicidad depende de ti” Esa frase ha cruzado por nuestra vista muchas veces, en miles de fotos y estatus de redes sociales. Generalmente como un grito desesperado de personas infelices que publican cosas que quisieran aplicar y no pueden, así que optan por vestir de poesía o intelectualidad una realidad miserable. De unos años para acá, nos han predicado el milagro del YO , tanto, que nos hemos vuelto embajadores del mensaje, hemos asumido como correcto e ideal el hecho de no depender de nadie y la meta de enfocarnos más en nosotros que en los otros. También he pasado por ahí, muchas veces he sido adepta y predicadora de esa premisa egoísta que nos hace protagonistas absolutos de nuestras vidas. Una filosofía que puede llevarnos a experimentar cierto grado de prosperidad, pero que también nos va dejando vacíos de humanidad. Ante las experiencias que consideramos un revés de la vida (que no siempre lo son), es más fácil encerrarse en uno mismo que dejar ver las grietas de
Reflexiones, historias, sucesos... la vida desde mi realidad