La nostalgia del adiós tiene algo en común con el enamoramiento, no se puede evitar y tampoco disimular. Con los últimos días del año llega también este sentimiento que nos invita a pasar balance a la vida y asumir la cruda verdad del resultado. Sin maquillaje, sin fantasía, las cosas simplemente como son. Si van a juzgar por mis fotos de Facebook, este podría ser el mejor año de toda mi vida porque ha sido el año que más he ido a la playa (donde me atreví a ponerme un traje de baño de dos piezas sin que me importara), donde dejé ir varios complejos y tuve experiencias nuevas que han cambiado para bien mi estilo de vida, mi perspectiva del mundo y la forma en la que veo el futuro (también he conocido gente maravillosa). Pero he de confesar que todo eso empezó como refugio a una tristeza que también ahora conocí y a un profundo sentimiento de soledad que nada tenía que ver con que estuviera en otro país, porque aún estando en "mi tierra" me acompaña. Este año he compre
Reflexiones, historias, sucesos... la vida desde mi realidad