Cada vez que hablo de estos temas, inevitablemente debo recordar mis conversaciones con Eric Carrasco. - Dejemos que la vida nos sorprenda! Así suele decir cada vez que se me sale la "control freak" interior y empiezo a cuadrar un futuro que no conozco. Insistimos en organizar la vida con la precisión con que se mata una cucaracha voladora (si usted lo ha intentado, sabe que se necesita un movimiento rápido y preciso). Moldear conductas, preparar eventos, imaginar hasta los diálogos que vamos a tener con las personas a fin de que todo salga como hemos previsto, dando por sentado que todo saldrá bien y abrazándonos al falso positivismos de un coach quebrado en busca de borregos que paguen sus cuentas. Se nos olvida que nuestra perspectiva es corta y que, a veces, lo mejor que nos puede pasar es que no se cumplan nuestros planes. Cuando hablo de sorpresas de la vida, no me refiero solo a las cosas buenas que nos pasan, sino también a aquellas
Reflexiones, historias, sucesos... la vida desde mi realidad