El ser humano nace, crece se reproduce y muere, así nos enseñaron en la clase de ciencias del colegio. Para entender el ciclo de vida, el camino por el que empezábamos a andar. En la mayoría de las sociedades los nacimientos son motivo de regocijo (cuanta emoción cuando llega la noticia de un nuevo bebé a la familia!), el crecimientos es un proceso de constante aprendizaje y la muerte es dolor. Aunque es el único fenómeno biológico universal al que ningún ser humano ha escapado, tampoco hemos podido escapar del temor a la muerte. Muchos prefieren obviar el hecho porque pensar en ello es hacer una invitación segura a un sentimiento de melancolía que no nos gusta sentir, no importa lo dura que pueda parecernos la vida, no nos queremos ir y nos resistimos a imaginar la pérdida de alguno de los nuestros. Pero la muerte y el morir nos toca de cerca tarde o temprano, como testigos de la última enfermedad de alguien cercano a nosotros o cuando nuestra propia vida toque su fin.
Reflexiones, historias, sucesos... la vida desde mi realidad