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Mostrando entradas de abril, 2017

Desde cero

Nuestros padres pasan la mitad de nuestra vida rompiéndose la cabeza para enseñarnos a vivir y nosotros pasamos la otra mitad rompiéndonos la cabeza desaprendiendo muchas de esas cosas, para poder vivir. Y este ciclo se repite de generación en generación... No, el punto de este post no es crucificar a los padres (los maestros tienen también su grado de participación aquí) por lo que han hecho con nosotros, al final, han dado lo que pueden según lo que tienen y lo que consideran que es mejor. Según el lugar de donde vienen, según sus experiencias de vida, según lo que les dieron a ellos mientras crecían. El punto es que su realidad y la nuestra, por muchos factores, es absolutamente distinta (y gracias a Dios por eso). Una de esas cosas para la que nos programan, y que luego tenemos que borrar del sistema, es que todos nuestros pasos siempre serán hacia adelante, o que debe ser así. Iniciar y continuar, la secuencia es el progreso.  Independientemente de lo que estés haciendo

Oportunidades

Mi experiencia laboral formal inició en mayo 2007, en una empresa estatal donde conocí gente muy cálida y pasé casi cinco años de aprendizaje, cariño y mucha indignación al final. Para 2011 hacían ya dos años que me había graduado de la universidad, ya debía estar trabajando en otro lugar más relacionado con mi título universitario, pero me había quedado dormida en los laureles de la seguridad. De repente se abre una vacante en un área más relacionada con mi formación y hago el cambio para dar la bienvenida a un año que fue tortuoso, renovador y concluyente. La que en ese entonces fue mi jefa, una persona de comportamiento ético cuestionable, me acogió muy bien al principio porque entendía que yo le podía ser útil a sus propósitos, que no eran precisamente el bien de la empresa; pero cuando mis principios y la forma directa que tengo de decir las cosas chocaron con sus malas prácticas, todo se volvió tan tenso que solo quedaron dos opciones frente para mí: Acostumbrarme a la med

Siria y el amor al prójimo

Desde ayer en la noche empezaron a anunciar el ataque con armas químicas en Siria. En el momento en el que leí las noticias habían aproximadamente 100 personas muertas. Cuando me levanté esta mañana y empecé a revisar las redes sociales (Lo admito, me entero de lo que está pasando en el mundo incluso antes de lavarme los dientes) Facebook me dio los "buenos días" con la triste imagen de un padre que sostenía los cuerpos sin vida de sus gemelos. Los niños tenían uno o dos años, hermosos, indefensos, víctimas inocentes de una realidad de horror.  Con todas las noticias de ataques terroristas, guerras civiles, bombas, refugiados... en vez de humanizarnos parece congelarse poco a poco el corazón, como si con cada foto que vemos se pierde un poco más la empatía, nuestra capacidad de ponernos en la piel del otro por un instante para identificarnos con sus sentimientos, con su dolor.  Comentaba el asunto con alguien que me decía:  - Ah pero eso siempre se ha usado, lo

Creciendo

Mi sobrino tiene un año y medio. Es jo... hiperactivo como ustedes no se imaginan y esta semana se ha dado cuenta de que está creciendo. Estas chancletas (dicho en español dominicano) ya no le sirven y él simplemente no lo acepta. Caminando se puede golpear los dedos, hay que forzarlas para ajustar los cierres, incluso puede tropezar y caerse pero son sus favoritas, ya se ha acostumbrado a ellas y simplemente no las quiere dejar. Él tiene otras más grandes, más confortables, a la nueva medida de su pie pero se resiste a usarlas. Tendrá que aprender que parte de vivir es entender que hemos crecido y que debemos cambiar de zapatos, de ropa, de escuela y de relaciones inclusive. En este punto los adultos nos comportamos exactamente igual que mi sobrino y preferimos cortarnos el pie, antes que cambiar el calzado. En el entorno laboral, a veces, estamos mal pagados,  mal valorados, en ocasiones  las dos cosas y si no nos despiden no salimos de ahí. En el plano sentim

Me alejé por mí

¿ Será que existe una crisis de la que nadie habla? o  ¿ El problema será mío? El hecho es que hay una tendencia a saltar  de relación en relación, y los que decidimos esperar pareciéramos ser seres anormales. Por algo se habrán puesto tan de moda los terapeutas familiares, y de pareja. Como si fuéramos seres puramente instintivos y completamente descerebrados. Yo sé, yo sé. Es bueno tener alguien con quien compartir, alguien con quien contar, en quién apoyarse y, como diría una amiga, siempre es bueno besarse ;) pero eso no puede hacer de nosotros unos cavernícolas en pleno siglo XXI , y por más que usted vea ese comportamiento en las personas que les rodean, jamás piense que todo el mundo es igual. Como soltera de más de treinta, aunque no estés buscando emparejarte desesperadamente, siempre observarás dentro de tus diferentes círculos sociales el comportamiento de los hombres en busca de alguna compatibilidad. Humanidad básica señores, no hay amigo que se salve de ese