La semana pasada estuve leyendo sobre el
Grado de Liderazgo Emprendedor e Innovación (LEINN), un nuevo concepto
educativo (Learning by doing) originado en la Tiimi Akademia, Centro de
emprendimiento creado hace 20 años en la universidad finlandesa de Jyväskylä, adoptado hace tres años por la universidad
de Mondragón en España, donde se creó la primera titulación que existe en el
país en esa área.
“No podemos seguir formando profesionales para el futuro con las mismas herramientas del pasado” Lander Beloki decano de la facultad de Empresariales de la universidad de Mondragón.
En este programa los estudiantes son
emprendedores, los maestros son entrenadores, los proyectos son negocios
reales, no hay calificaciones y se celebran los errores. Confieso que mientras leía ¡me encantó! Incluso
me dio un poco de envidia de los estudiantes que participan en el programa (me
hubiera gustado tener una oportunidad así). Soy una de las que le ha tocado
imaginarse una cosa en la universidad y toparse con una realidad completamente
distinta al momento de ejercer.
Libros, folletos, charlas, proyectos que
son realmente importantes para la base intelectual que necesita un buen
profesional, pero hubiera agradecido nos hablaran de cómo manejar los chismes
en la oficina (cuando hablo de chismes no solo piensen en mujeres, hay hombres
en los trabajos que son insoportablemente chismosos), la envidia de algunos
compañeros cuando obtienes un asenso, que nos hubieran enseñado a sobrevivir a
un jefe incompetente que ha conseguido el puesto por sus contactos (en la
mayoría de los casos contactos políticos) y no por su capacidad o experiencia; que
aunque lo ideal en cierta esfera profesional es que las cosas se manejen con
justicia y altura, la mediocridad de muchos no deja que el ideal se cumpla y
tenemos que ser casi magos para “volar sobre el pantano sin ensuciarnos las
alas,” para que los intereses no nos
hagan perder la esencia sin importar las tentaciones, para que un colapso
nervioso no nos saque de entre los vivos cuando la impotencia ante ciertas
situaciones nos llene de indignación.
Esto es algo parecido a la intoxicación
que sufrimos las mujeres con Disney y los cuentos de príncipes apuestos (el
bendito príncipe azul) y princesas encantadas. En la vida real hay chicos con
porte de príncipe que resultan ser tremendos imbéciles y aparecen simples
mortales que te tratan como parte de la realeza aunque los cánones de belleza
que ha impuesto la sociedad no estén a su favor. No es quién parezca encajar contigo sino quién
en realidad encaja.
“En el mundo real, el príncipe azul destiñe a la primera lavada” En la vida profesional el príncipe azul (en este caso, el trabajo) desengaña a la entrada ;)
Necesitamos un sistema educativo que nos
enseñe lo ideal, pero que también nos prepare para la realidad. El desastre
económico, social, cultural, político y profesional, nos dice a gritos que el
modelo actual está desgastado.
No es lo mismo educarse para enseñar un
texto modelo, a estudiantes modelo, en una infraestructura adecuada, con los
materiales necesarios etc. Que encontrarse con un plan educativo importado de
un país desarrollado (una realidad completamente diferente a la nuestra en
muchos aspectos), una escuela llena de vicios de construcción (si es que hay
construcción, porque para nadie es secreto que en R.D. todavía hay lugares en
donde se imparte docencia debajo de una enramada), sin siquiera tiza suficiente
para trabajar en aulas sobre pobladas de niños que muchas veces vienen de
hogares donde aprende de todo menos buenas costumbres.
Este ha sido un ejemplo en el sector
educación, pero así pasa en todas las áreas profesionales de nuestro país, y
nunca cambiará esta realidad hasta que nos preparen para trabajar con lo que
hay y dejen de “pintarnos pajaritos en el aire”.
“Del dicho al hecho hay mucho trecho”
Ese trecho ha hecho tan pesado nuestro
camino al desarrollo que si esto fuera una carrera, hasta una tortuga nos
habría ganado.
Solo cuando enfoquemos nuestras vidas,
nuestras instituciones, nuestra nación… desde la realidad, vamos a corregir
nuestras faltas y verdaderamente sabremos lo que es avanzar, pero avanzar en
esencia no en apariencia (como hasta ahora hemos hecho)
Hasta la próxima!
Estupendo artículo, Fiores, sobre lo que es y lo que debe de ser algo tan importante en la sociedad humana como la "Educación". Y muy bien enfocado: partes de la perspectiva universitaria y su relación con la vida profesional, para descender al nivel básico. Y aunque tratas la perpectiva de la República Dominicana, creo que tu comentario valdría también para este lado del charco: la Educacìón, al menos la pública, es algo que está en franca decadencia.
ResponderEliminarEn fín, felicidades, Fiores, por expresarte tan bien, por tener las ideas tan claras.
Manuel.
Muchas gracias!
Eliminar