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Herencias del pasado

“Each time you sleep with someone, you also sleep with his past”


Esto es algo de lo que todos estamos consientes pero que a la vez queremos ignorar. De pronto un día conoces ese chico encantador que ajusta perfectamente con el ideal de pareja que te has formado. Salidas, conversaciones, risas, miradas de esas que son una fusión entre complicidad y picardía; hasta que un día terminan en la cama. Ahora las palabras oportunas se convierten en caricias propias de un maestro en el arte de amar e inconscientemente recuerdas aquella canción de Ricardo Arjona
Si el pasado te enseñó a tocarme así bendito sea el que estuvo antes de mi
Pero,  Es eso todo lo que debe interesarme del pasado?  

Las tácticas de romance, como todo en la vida, se perfeccionan a través de la practica (te puedes ir sacando de la cabeza que eres la única que ha pasado por las manos de tu galán apasionadamente perfecto, de lo contrario necesitas darte una leidita de “50 Shades of Grey” para que te desengañes). La experiencia es esa gran escuela que permite que algunos hombres conozcan el verdadero punto débil de las mujeres (que nada tiene que ver con el punto G), que te digan lo que quieres oír justo en el momento preciso y acompañado  de ese gesto o expresión perfecta que inspira en ti cierto aire de confianza e intimidad. No es que sea malo, pero no es lo único que se puede heredar del pasado. Cuando de pareja se trata hay herencias peligrosas, muy peligrosas.

En tiempos donde el sexo tiene más que ver con la respuesta a un instinto de atracción que con el amor, vale la pena pensar en el pasado de tu pareja  o de la persona con la que vayas a tener intimidad (que como hemos visto en muchos casos, no necesariamente tiene que ser tu pareja).  Al final del acto junto con la emoción (o la decepción) puedes quedarte, entre otras cosas, con una de esas  tortuosas herencias del pasado que conocemos con el nombre de enfermedades venéreas.  

Conversando con una amiga que es ginecóloga, esta me contaba alarmada con la gran cantidad de casos de HPV  entre otras afecciones logadas a las relaciones sexuales.  Así que por cuestiones de salud sería bueno que  ubicara sus instintos hacia arriba,  más cerca de la razón y lejos de la pasión, para que cualquiera que sea su elección, la haga de forma consciente.

Estas son herencias elegidas, y estoy segura de que hay cosas con las que usted ni quiere ni debe cargar, pero una vez dado el paso no hay vuelta atrás.  Yo también quisiera que la vida fuera como en las películas de Hollywood (con finales perfectos sellados con fuegos artificiales) pero en la vida real nuestros finales perfectos tienen mucho que ver con nuestras elecciones y  el manejo de nuestras emociones.

Aunque haya quien diga lo contrario… el pasado sí importa. 

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