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Más allá de un lazo rosa


Octubre es el mes de la lucha contra el cáncer de mama. Centros comerciales, marcas de renombre, programas de televisión y hasta nosotros nos vestimos de rosa para apoyar y cooperar con la causa, pero hoy que se despide el mes de octubre, es bueno recordar que el cáncer de mama va más allá de un lazo rosa.



El cáncer de mama además de una enfermedad física, se convierte en un drama familiar que aflige a los que están cerca y lacera la autoestima de quien la padece. Una vez mi prima Maribel (superviviente de cáncer de mama) fue al banco mientras estaba en el proceso de quimioterapia, cubría su cabeza ya sin pelos con una gorra y el jefe de seguridad le pidió que se la retirara mientras estaba en la fila porque iba en contra de las medidas de seguridad, ella intentó explicarle pero él no entendía razón alguna y mi prima no tuvo otra opción que quitarse la gorra y enfrentar las miradas de quienes estaban allí. Unas curiosas, otras de lástima pero ambas muy duras de aceptar. Se humedecieron sus ojos pero continuó allí, esas miradas eran parte de su nueva realidad, realidad que asumió con una valentía que jamás imaginé ver en ella. 

Entre una promoción y otra recordé una nota que leí el año pasado sobre el proyecto SCAR, que reunió en una exposición fotografías a mujeres jóvenes que han sufrido cáncer de mama, realizadas por David Jay. Hoy quiero compartir con ustedes algunas fotografías y comentarios de aquella nota. 



La incidencia del cáncer de mama en mujeres menores de 40 años es baja, pero cuando la enfermedad aparece a edades tempranas, las consecuencias suelen ser especialmente duras. La imagen corporal es una de las facetas que se pueden ver afectadas y con ella la autoestima, la seguridad, la sexualidad...

Si las mujeres, asediadas por el patrón estúpido de ser una barbie, vivimos llenas de complejos por que nos falta o nos sobre una libra, por no tener las piernas perfectas o los labios seductores de diva hollywoodense etc. imagine si le faltara uno o ambos pechos? Concebir la belleza femenina sin la curva de los senos es casi imposible, más para las mujeres que para los hombres. 

"La verdad es que ni los hombres, ni la sociedad ni nosotras mismas nos aceptamos sin senos" Felicia Knaul, superviviente de cáncer de mama y autora del libro Beuty without breast 
 En el imaginario de las mujeres, cáncer de mama rima con muerte, con pérdida de cabello, pero sobre todo con la ablación de uno o los dos senos, todas ellas ligadas al estigma que causa esta enfermedad. Dice Knaul en una de sus intervenciones. 

Una dura realidad que escondemos detrás de un lazo rosa, como si con el agradable color símbolo de femineidad pudiéramos hacer de el hecho algo menos amargo. 
"Si un hombre tiene cáncer de próstata  ¿Crees que le darían una camiseta y un oso de peluche? (de forma no intencionada) le resta importancia a algo aterrador, que desfigura y que es letal" Una de las chicas del proyecto SCAR

 Belleza sin senos 



Knaul, en su libro Beauty without breast, rinde tributo a su esposo, quien enseñó a sus hijas que una mujer puede ser guapa sin senos, sin cabellos, gorda o con otras dificultades del cuerpo. Aquí se destaca la participación de la familia durante este difícil proceso, levantar los ánimos. Mujeres, es muy fácil conseguir los cumplidos de un hombre mientras somos jóvenes y estamos arregladas, más que fácil yo diría que es lógico. Pero cuando la enfermedad  ha robado nuestra belleza y mirarnos al espejo es casi una tortura, tener una persona a tu lado que te ayude a descubrir que aún así eres bella es una bendición, cuando logra que le creas y que sobre todo creas en ti. En ese momento el amor que un día fueron palabras se convierte en hechos y más que sentirte bella, te hace volver a vivir. 

Después de superar la pesadilla del cáncer, mi prima tuvo unas diferencias con su esposo que  la hicieron molestar, pero me dijo que cuando recordaba esas noches horrorosas en las que no podía dormir por el dolor y él se desvelaba junto con ella, cuando ella se quiso rendir y la mano de su esposo en su espalda le ayudaba a resistir, cuando la acompañó al médico todas las veces que tuvo que ir... sonríe, agradece al cielo por haberlo elegido a él y se olvida del mal rato. 

El cáncer de mama se ha hecho más común de lo que esperábamos que fuera y necesitamos estar fuertes para enfrentarlo de cerca como espectadores o como víctimas. Hay que tocarse y examinarse con regularidad para aumentar la esperanza de vida en caso de que nos suceda o estar dispuestos a ofrecer apoyo moral, material y físico a quienes lo padezcan cerca de nosotros. 

"El miedo no es necesario pero la educación y la concienciación, si" David Jay

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