En
el post de esta semana, les voy a hablar sobre el “arte de atreverse”, si se
pudiera llamar de esta forma, y sobre las
veces que nosotros mismo nos limitamos como consecuencia, entre otras
cosas, de la indefensión aprendida (un concepto que conocí esta semana).
“La indefensión aprendida es un tecnicismo que se refiere a la condición de un ser humano o animal que ha aprendido a comportarse pasivamente, sin poder hacer nada y que no responde a pesar de que existen oportunidades para ayudarse a sí mismo, evitando las circunstancias desagradables o mediante la obtención de recompensas positivas.” www.wikipedia.com
A veces creemos que los únicos males sociales son
las adicciones o la delincuencia, pero esa manera sutil en la que el sistema
nos ha venido incapacitando hasta manipular nuestra esperanza, también debería
ser catalogada como “mal social”. El ingenio característico de generaciones
pasadas está casi extinto y aunque las nuevas técnicas de negocios nos animan a
ser emprendedores, una gran parte de la gente no se lo hace porque antes de
terminar de concebir la idea se declara incapaz y la tilda de fracaso. Estamos
como aquel elefante de la historia al que le ataron una pata cuando era pequeño
y aún después de haber crecido y con capacidad de romper su atadura sin un
mayor esfuerzo, permaneció allí. Creyó que no podía y ni siquiera hizo el
esfuerzo.
Imagen tomada de psicologiapositivafelicidad.blogspot.com |
¿Cuántas veces ha descartado una opción sin
siquiera intentar, a sabiendas de que tiene el potencial de enfrentar el reto?
¿Cuántas veces ha creído que algo es imposible para usted sin que haya una
limitación física o intelectual que le impida el acceso? ¿Cuántas veces se ha
quedado de brazos cruzados porque otra persona le dijo que usted no puede? La
respuesta a estas preguntas puede explicar su estatus actual. Yo quisiera, cual
gurú de la superación personal, decir que por haber asumido mis retos y por no
declararme incapaz, hoy soy una persona de éxito. Pero no, estoy a mucha experiencia
de distancia de ser “gurú” en cualquier disciplina y hablo desde la sinceridad
de quien ha dejado pasar muchas oportunidades importantes por culpa de barreras
que yo misma he creado.
- · No aplico para esta posición porque no sé mucho de esto.
- · No participo en esta jornada porque no soy suficientemente lista.
- · No puedo estudiar “X” carrera porque soy negra, vivo en un país en vías de desarrollo y una vez graduada no podría ejercer.
¿Verdad que son excusas tontas? Pues créame si le
dijo que en excusas mas tontas que esas muchos se han
cobijado para no hacer nada y quejarse de lo “injusta que es la vida”.
Es bueno que seamos conscientes de nuestras
capacidades, obviamente habrá cosas que no podemos hacer porque cada cual tiene
un talento distinto, pero si en algún momento cree que no puede hacer o
conseguir algo, primero pregúntese ¿Por qué no? Y luego decida. Este mundo es
para “locos” y valientes, hay que tener un poco de cada cosa para aceptar el
reto de materializar sueños que en algún momento creímos imposibles, pero más
vale correr el riesgo de fracasar que vivir con el remordimiento de no haberlo
intentado (aunque suene un cliché). Hay que olvidarse de los NO, buscar la
forma de aprovechar el potencial que cada uno tiene y atreverse.
Quién sabe dónde podemos llegar ;)
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