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Cuestión de confianza

Era una de esas conversaciones de las cuales quieres salir corriendo cuando te das cuenta que al interlocutor no le interesa compartir ideas sino convencerte de que él tiene la razón. 
- Esta es mi verdad y cada uno tiene la suya.- Así es como funcionan el sistema y siempre va a ser igual.- No se puede confiar en nadie. Maldito el hombre que confía en otro hombre, dice la biblia. 
Ese era mas o menos su discurso, repetido "cuchucientas" veces.

Estoy de acuerdo con que cada uno tienen su verdad y responde a las exigencias de la realidad que le ha tocado vivir, podría creer que se ha resignado ante las injusticias de este mundo al punto de saberse una pieza más de un sistema sin sentido y aceptarlo como definitivo, pero... ¿Que no se puede confiar en nadie?  ¿Realmente podemos vivir así?

En estos días leía un artículo que hablaba de la particular forma de contratar de un emprendedor cuya empresa tenía empleados alrededor del mundo que trabajaban desde sus hogares en los horarios que ellos mismos asignaban y modificaban según su criterio y sus necesidades. El secreto estaba en la contratación y un período de prueba donde las personas demostraban que contaban con las aptitudes necesarias para desarrollar sus labores y su  nivel de compromiso. No era un compromiso con el jefe, ni con la empresa sino con ellos mismos, cuestión de valores. Al final, el éxito de esta empresa radica en la confianza depositada en sus colaboradores, la confianza de que contando con toda la libertad de la que quisieran disponer, producirían los resultados esperados en el tiempo acordado. 

Luego me encontré con este artículo de Mar Abad donde Ignasi Giró se disculpa ante los patrocinadores de su proyecto y recibe una maravillosa reacción.


 ‘I bought your idea. Keep going!’ (Yo compré tu idea. ¡Sigue con ello!’). Y esto nos ha hecho ver que no tenemos compradores al otro lado. Tenemos personas que confían en nosotros".

Señores, la vida es cuestión de confianza. En algún momento hay que creer en alguien, cerrar los ojos, dejarse ir y confiar en que tu equipo no te dejará caer (como hacíamos en las dinámicas de habilidades directivas que nos diera Jorge Palacios en Madrid). 

Confías en la Sra. que cuida tus hijos mientras trabajas, en el chofer que conduce el autobús en que te transportas a la oficina, en la institución financiera donde depositas tus ahorros, en las personas que trabajan para ti. 

¿Realmente confías en las personas que trabajan para ti? Deberías. 

Tristemente, nos hemos hecho expertos en aparentar que estamos trabajando cuando no hay nada que hacer en la oficina y nuestros jefes pasan de vez en cuando (Y no hay cosa mas agotadora que esa!) porque si nos ven sin hacer nada da la sensación de que no se está haciendo la gestión que nos corresponde, porque hay que cumplir el horario establecido, porque no confían en nosotros. Y así nos engañamos empleados y empleadores. 

www.guioteca.com


Todos los aspectos de nuestras vidas van regidos por principios universales invariables. No puedes vivir al asecho de tu pareja para comprobar su fidelidad, no vas disfrutar de los beneficios de una inversión si no crees en ningún proyecto y no verás desarrollado el potencial de tus empleados en los resultados de la empresa sin no confías en ellos. 

La fórmula es muy sencilla

"Hire people you trust, then trust them."Jim Watson

  




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