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Por la magia en mis días

Ya estoy crunchy! Tengo un poco de juventud acumulada  y hoy cumplo 29, que se dicen fácil pero encierran más historias y emociones de las que un poeta pueda manejar para construir historias en prosa.

Cuanta magia! 

Este es uno de los momentos obligatorios que nos hacen ver la vida en retrospectiva, y no puedo sentir otra cosa que no sea dicha y agradecimiento. Pienso en todas las veces que creí tener el futuro en las manos y lo vi escurrirse entre mis dedos, ahora entiendo que no era mi futuro. Pienso en todos los sueños a los que he renunciado porque se estaban convirtiendo en pesadilla, en la pesadilla de pretender vivir una realidad que no existía, que no era mía. 

Esta sociedad nos ha llenado de sesgos, deberes y parámetros que no han hecho otra cosa que hacernos la vida miserable. Miserables por no cumplir lo que nadie ha cumplido (si, así de irónico). Por no llegar donde no se supone que llegaras, porque esa meta no era parte de tu destino o no encajaba con tu potencial y tus cualidades, eras el pez que se exigía a sí mismo subir a un árbol.

Nuestro propósito en la vida es el que es, muchas veces está a años luz del plan maestro que haz diseñado pata ti mismo. Qué difícil se nos hace dejar que la vida pase!

Si cada año tiene una misión, la misión de este año será no forzar el destino, asustarme un poco menos, atreverme un poco más, no intentar conservar el peinado perfecto cuando el viento tiene otros planes para mi look, dejar que la vida pase y seguir sintiendo la magia en mis días. 

Así, como las veces en que he parado en en trayecto a casa solo para escuchar una canción que empezó a sonar en la radio, pero tienes que escucharla con los ojos cerrados para poder sentir la música. Como cuando te sueñas con alguien y al levantarte le escribes o le llamas para decirle lo mucho que lo extrañas o para hacer memoria de los momentos que han compartido juntos. Así he de vivir disfrutando cada minuto de ese camino que un día se acabará, sin pensar demasiado en la meta que puede ser producto de un espejismo manipulado a la medida de un sistema falso y frío en igual medida. 

La vida es lo suficientemente jodida como para que estemos aquí solo por existir, pero es necesario dejar que las cosas ocurran para descubrir nuestra misión.  Algunos se dan cuenta desde el primer instante, yo he tardado 29 años y, sinceramente, a veces no sé en que parte del proceso me encuentro. pero sigo caminando. 

Llegó el momento de convertir en filete mignon el pollo crispy que me han entregado al llegar. Luego veremos qué pasa.

Gracias a todos los que con su presencia, con su amor, con su apoyo y con su compañía hacen que la magia no se apague, que el trayecto sea interesante y divertido, gracias por envolverme desde temprano en letras de afecto e infinitas manifestaciones de cariño. 







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