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Hay dos oportunidades en las que suelo pasar revista a la vida; cuando termina el año calendario y en mi fecha de nacimiento. Llegó febrero 28! Pasaré  raya a lo vivido y veamos qué tal han sido los resultados ;)

Tengo sueños sin cumplir, he tomado malas decisiones, en algunos aspectos me siento estancada y ya me molesta menos la incertidumbre laboral que asocio tanto con caminar en arenas movedizas. Según pasan los días me empiezo a dar cuenta de que el destino me ha hecho un favor al no dejarme cumplir algunos sueños, mis malas decisiones han terminado convirtiéndose en  una valiosa fuente de aprendizaje, mi incertidumbre laboral me ha ayudado a entender el devenir de la vida, a celebrar el cambio y abrazar la esperanza.

El punto es que uno llega a entender que no hacen falta los efectos especiales que generalmente están en nuestros sueños para llegar a una realidad en la que seamos felices con todo y las carencias que la sociedad y el capitalismo nos dice que tenemos. No quiero otra madre (aunque muchas veces no me entienda con la mía), no quiero otro padre porque, con todas las oportunidades de mejora que pudiera tener el mío, para mí es perfecto. Esta filosofía aplica también a amigos, familiares y demás cosas que incluya el paquete que me ha sido asignado en esta vida. No señores, no se asusten que no es conformismo, tengo el deseo y la disposición de cambiar lo que puede ser mejorado pero definitivamente no voy a desperdiciar mis días sufriendo por lo que nunca tendré o por lo que todavía no ha llegado. Cuando decidí vivir así, empezó la magia en mi vida.

De repente me empecé a exponer a experiencias nuevas que se han traducido en recuerdos memorables, he conocido personas que me han ayudado a ver la vida desde una nueva perspectiva, he asistido a reuniones que honestamente todavía no entiendo pero igual ha sido genial, y tengo una colección de momentos especiales en mi interior que ha producido en mí un aserie de emociones que no puedo llamar de otra forma que no sea felicidad.

Entiendo que no tengo derecho ha hablar de plenitud ni de realización porque soy un trabajo en progreso,  hay un mar infinito de cosas que me quedan por hacer, por aprender, por vivir. La curiosidad por saber lo que pasará después de asumir cada desafío me mantiene despierta, motivada, con razones para levantarme cada mañana y descubrir lo que aguarda por mi.  Estos últimos años de mi vida han sido una maravillosa montaña rusa que he disfrutado, y voy a seguir disfrutando, porque son estos recuerdos los que me mantendrán a flote cuando la vida venga a mostrar su cara más dura (que siempre aparece).

Amigos: sus afectos son el combustible que hace funcionar mi corazón, abrigan mi alma y la llenan de alegría. Familia: no me atrevo a imaginar mi vida sin su comprensión (porque mira que puedo ser enredada de vez en cuando!), sin su amor y compañía. Ustedes son especiales y me hacen especial a mi. Gracias!!

Sigamos tentando a ciegas el destino!













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