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Siria y el amor al prójimo



Desde ayer en la noche empezaron a anunciar el ataque con armas químicas en Siria. En el momento en el que leí las noticias habían aproximadamente 100 personas muertas. Cuando me levanté esta mañana y empecé a revisar las redes sociales (Lo admito, me entero de lo que está pasando en el mundo incluso antes de lavarme los dientes) Facebook me dio los "buenos días" con la triste imagen de un padre que sostenía los cuerpos sin vida de sus gemelos. Los niños tenían uno o dos años, hermosos, indefensos, víctimas inocentes de una realidad de horror. 

Con todas las noticias de ataques terroristas, guerras civiles, bombas, refugiados... en vez de humanizarnos parece congelarse poco a poco el corazón, como si con cada foto que vemos se pierde un poco más la empatía, nuestra capacidad de ponernos en la piel del otro por un instante para identificarnos con sus sentimientos, con su dolor.  Comentaba el asunto con alguien que me decía: 

- Ah pero eso siempre se ha usado, lo que pasa es que con la tecnología todo se exhibe. 

Frío, distante, sin siquiera un pequeño intento de identificarse con el mal ajeno. Un comentario donde no había una señal del amor por el prójimo que predican en la iglesia a la que esa persona asiste cada semana. 

Quienes sean lectores asiduos de esta servidora recordarán a Pavel Brilliant,  el amigo ucraniano que me hizo replantear muchas cosas en mi vida, entre ellas, mi actitud ante este tipo de situaciones. En ese momento estaban encendidos los problemas entre el gobiernos y los rebeldes separatistas apoyados por Rusia en Ucrania. Los combates se iban acercando cada vez más a la ciudad donde vivía Pavel y él, sobre todas las cosas, pensaba en sus sobrinas ¿Qué iba a pasar con ellas? ¿Cómo las iba a proteger si lo enviaban al frente? Mi relación con él me hizo vivir de una forma personal lo que estaba ocurriendo, ver las imágenes de todo lo que sucedía en Ucrania tenía un sentido distinto para mi, me identificaba con la angustia de mi talentoso amigo y su familia. 

Cuando vi la imagen del padre Sirio sosteniendo sus gemelos muertos pensé en mi sobrino, pensé en mis amigos que son padres, en la inimaginable mezcla de tristeza e impotencia que debió sentir ese hombre. 

El hecho de que sean métodos bélicos utilizados con anterioridad, no lo hace menos horrible, lo menos que podemos mostrar es compasión.  Ellos también son el prójimo. 



 

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