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"Todo va a estar bien"



Si, este es otro post sobre la cuarentena, lo siento. Es imposible no escribirlo, no tiene mucho sentido empezar a hablar de otro tema, sobre todo cuando en el televisor, en las plataformas sociales, en los grupos profesionales, en la familia y con los amigos no se habla de otra cosa que de las mil y una actividades que retomaremos "cuando todo vuelva a estar bien". 

El proyecto que se quedó a la mitad, los viajes a la playa, las reuniones familiares, la vida en la oficina...  Todo el mundo parece haber asumido el COVID-19 como algo que nos mantendrá "recogidos" por un tiempo pero luego desparecerá y recuperaremos la normalidad, la única que conocemos. Primero fueron 15 días, luego un mes, ahora 15 días más... pero "todo va a estar bien".

A veces siento que estamos frente al mar durante un aviso de tsunami, viendo cómo la ola se acerca pero con la ingenuidad necesaria como para esperar que simplemente se devuelva, por que sí. Como si no viéramos noticias, como si las estadísticas fueran garabatos de párvulos que empiezan el colegio. Se nos ha olvidado lo vulnerable que es nuestro sistema económico y lo golpeado que se ha visto con situaciones cuyo impacto no se compara en lo absoluto con lo que el mundo entero está viviendo ahora 



Esta semana estuve participando en  los Vogue Global Conversations donde por fin encontré un espacio en el que  se hablaba sobre ese futuro que aguarda por nosotros desde una perspectiva franca, realista, consiente de la incertidumbre que nos arropa  en todos los aspectos de nuestras vidas y tratando de buscar soluciones a lo que podría ser nuestra nueva normalidad, porque si bien es cierto que es posible que "todo vuelva a estar bien", debemos estar conscientes de que nada será lo que era, de que cambiará nuestra cotidianidad, la forma de vivir, de compartir, de ser (culturalmente hablando), de trabajar etc.  pero la mayoría sigue planificando para una contingencia, no para algo que nos ha cambiado para siempre. 

Es contradictorio, da miedo, deja a uno sin opciones, pero con todo y lo incómodo que pueda ser, hay que abrazar esa incertidumbre para poder reinventar el futuro, porque habrá que reinventarlo y tendremos que reinventarnos nosotros. La industria de la moda empezó a despertar, no sé cómo está la cosa en otras industrias porque no he tenido acceso a ese tipo de información. En este caso las discusiones se hicieron públicas, han tenido el valor de aceptar en público que no tienen respuestas a las preguntas que surgen dentro de toda esta situación, todavía no saben qué cancelar y qué no, ni siquiera hay una cuantificación precisa de los daños que esta pandemia ha causado a la industria pero todos están de acuerdo en que es momento de reflexionar sobre lo que tradicionalmente se ha hecho, pensar en estrategias a corto plazo para mantenerse vivos y considerar la forma en que la industria enfrentará esta realidad a largo plazo, con todas las transformaciones que esto implica. 

Hace dos meses éramos digitales, globales, nos habíamos automatizado, la realidad virtual poco a poco volvía a ser tema de conversación y estábamos muy seguros del rumbo que llevaba el futuro. Hoy nos cayó el rumbo del futuro encima, de golpe, y nos hemos quedado cortos.  Se cancelaron los vuelos, se institucionalizó el trabajo a distancia sin que todos estuvieran preparados para asumir las implicaciones del mismo, los mails han sustituído hasta las reuniones necesarias,  nos da un sustito (por llamarle así a la sensación de pánico que de repente te aborda aunque sea un ratito) algo tan "simple" como ir al supermercado, calendarizas los webinars que tanto ignorabas y aumentó al 1000% a credibilidad en los procesos de enseñanza online. 

De verdad creen que en dos semanas, un mes... los gobiernos simplemente levantarán las cuarentenas y saldremos todos a abrazarnos? Mi intención no es apagar su fe pero no creo que sea así. Todavía ante el hecho extraordinario de que descubrieran y aprobaran una vacuna en los próximos días (que sabemos que no será así  por la serie de pruebas que implica antes de utilizarla de manera oficial), habría que dar tiempo a la producción de la misma para vacunar literalmente a todo el mundo. 

Los spots publicitarios están hermosos, pero entiendo que ya es hora de empezar a poner un poco de realidad en los mismos. Me encanta en positivismo pero vamos a utilizarlo para ver con optimismo nuevas posibilidades, para  fomentar iniciativas novedosas y reacomodar las piezas de nuestras vidas en cada uno de los ámbitos que la componen.  Cuesta despedirse de lo que nos ha hecho feliz siempre, viviremos la nostalgia hasta el  punto en el que duele, pero toda ransformación implica un poco de dolor, ojalá podamos utilizar ese sentimiento como impulso para hacer, para ser. Hacer las cosas de forma distinta, ser una nueva versión de nosotros que le busca la vuelta a las piezas de este rompecabezas hasta el punto en el que todo vuelve a tener sentido. 

"Todo va a estar bien" pero nada será lo que era. Nuestros descendientes contarán la historia de la generación que reinició el planeta luego de que un virus mal manejado hizo que todo se detuviera.

Cuídense, infórmense, aprovechemos la oportunidad de replantearnos la vida ;)

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