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A whole new world



Recuerdo que en 2016 participé en un MOOC titulado Shaping The Future Of Work, que fue como un pasaje de entrada al futuro. Empezaba haciendo un resumen de cómo los avances tecnológicos nos  han cambiado la vida en los últimos años y luego trataba la forma en la que todo seguiría cambiando y cómo prepararnos para ser parte activa de ese cambio, evolucionar con los tiempos y mantener nuestro valor para garantizar un lugar dentro de la fuerza de trabajo. Para mi fue un mix entre alucinar y preocuparme, tanto así que cuando terminó el curso me leí el libro Fourth Industrial Revolution de Klaus Schwab, para entender con un poco más de detalle todo eso (es una lectura que recomiendo bastante). 

Sabía que todo cambiaría, que el cambio sería rápido pero, viendo mi entorno, sentía que la gente no comprendía todo esto y en muchas cosas nos quedábamos atrás por decisión. Cuatro años después nos han llegado todos los cambios juntos y estamos entre la negación, la preocupación, la incertidumbre y la esperanza. Hablando estrictamente de la industria en la que he trabajado, hace 7 años hice una maestría a distancia y no hace mucho mi jefe consideraba como una idea descabellada que cotizara un programa de entrenamiento a distancia en Guinea Ecuatorial (hubiera sido un ejercicio interesante y muy útil), el año pasado estábamos promocionando un programa sobre automatización y mantenimiento que una parte de nuestros clientes no entendía, la otra no lo creía posible y entre los encargados de desarrollar el programa había también una parte cuya participación era para defender la forma tradicional de hacer las cosas. Lo que todavía me parece más preocupante es que hace menos de una semana estaba hablando con alguien del sector sobre la forma en la que deben cambiar las cosas de ahora en adelante para ser relevantes y me presenta un programa de certificación forzado a desarrollarse online, en vivo (con el mismo programa, concepto, estructura y diseño que el programa presencial) y me dice (muy convencido) que ellos ya han avanzado porque son digitales -_- 

Hace poco estuve viendo un webinar donde se hablaba de los posibles escenarios que veríamos en el entorno laboral en la era post COVI-19, se notaba el conocimiento pleno, experiencia y manejo del tema desde el punto de vista legal de los expertos participantes, pero también quedó en evidencia lo poco que se ha hablado en ese sector sobre la forma en la que cambiaría el trabajo en los próximos años y mucho menos se cuenta con una estructura legal que soporte esas nuevas modalidades que se habían proyectado y ahora se han convertido en realidad de un mes para otro. 

Anoche vi un live de IG de uno de los mejores restaurantes de la ciudad y claramente los dueños no tenían idea de cómo funcionaba ese asunto (lo cual no es un pecado, pero debieron cuidar un poco esa parte), ni se habían preocupado en informarse mínimamente de cómo funcionaba esa vaina (como se refirió uno de ellos al live cuando empezaba la transmisión), siendo esta una de las áreas de negocio que se ha visto más afectada en esta situación y que tendrá que rediseñar su estructura de operación y servicio para sobrevivir luego de que sea levantada la cuarentena, el hecho deja a uno pensando.

Se supone que aproximadamente en dos años podremos contar con una vacuna, mientras tanto se desarrollará la "cotidianidad" de esta nueva normalidad que empezamos con muchas preguntas:

- ¿Cómo venderán los artistas su arte (cantantes, actores y actrices), especialmente las áreas cuyo fuerte estaba en los espectáculos en vivo?
- ¿Qué reestructuraciones sufrirá el deporte? Aparte de la venta de boletas para ver los partidos, queda en el limbo toda una estructura de negocios que gira alrededor de estos eventos. 
- El cine, ¿Será cierto que las medidas que higiene y distanciamiento en una sala cerrada con aire acondicionado recuperará la confianza de los clientes?
- ¿Qué pasará con los restaurantes? 
- ¿Hasta dónde soportarán nuestros servicios de salud? Las deficiencias del sistema han quedado al descubierto y hasta que surja una vacuna se supone que vivamos entre oleadas de contagiados que se controlarán con las cuarentenas. 
- Los comerciantes informales ya la están pasando muy mal, los tomará en cuenta el estado en sus programas?   

Aún sin estar preparados para ello, estamos viviendo en un mundo completamente nuevo. Independientemente de la industria a la que uno haga referencia, hay mucho por ajustar, mucho por adaptar muchas cosas que tendrán que pensarse como si acabaran de surgir ahora, empezando por algo tan básico como adaptarnos a nuestras nuevas normas de vida. 

Los médicos han sido los primeros en convivir y enfrentar, de una forma que les ha hecho ganar el título de héroes, las consecuencias de esta  pandemia, el mundo entero les ha aplaudido, pero ellos necesitan que también le consideremos con nuestras actitudes manteniendo el distanciamiento físico, la higiene, evitando la exposición innecesaria, educando a la gente alrededor nuestro para que también lo haga. Es el más fuerte de los aplausos. 

Me gustaría que hubiera un Aladín mostrándole a Jasmín la forma en que funcionan las cosas en este nuevo mundo, sobre todo para coger "una bola" en el tour y yo también entender un poco, pero cada uno tendrá que construir su propia alfombra mágica, interpretar las nuevas reglas a medida que se vayan definiendo e ir identificando oportunidades para todos. 


Ojalá que la ansiedad no se instale por mucho tiempo, que el miedo no llegue a crecer y que asumamos esta nueva realidad con curiosidad, con cuidado, con ilusión y pensando siempre en el colectivo del cual somos parte. 

Hasta la próxima!

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