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Lo que está para ti


Hay tantas cosas sobre las que pudiera escribir en estos días.  Mis sentimientos encontrados con la nueva administración del gobierno, la esperanza/alivio/alegría que me invadió cuando vi la designación de Miriam Germán como procuradora general, mi preocupación con el overposting de una primera dama que "no quería brillar" etc.  Pero la pereza me había ganado y las letras ya no se sentían igual. Sin embargo, hay cosas que necesitan ser escritas para procesarlas mejor, para entenderlas mejor, para vivirlas mejor. 

Una de mis primas suele decir: 

"Lo que está para ti, aunque te quites. Lo que no está para tí, aunque te pongas"

Siempre estuve de acuerdo, seguro que muchos de ustedes también lo están, pero es de las cosas que olvidamos en el día a día, mientras nos empeñamos en perseguir futuros que no son para nosotros e ignoramos llamados que siempre aguardan han estado ahí.

Se supone que estaba llevando bien el tema del paro laboral empeorado por la pandemia del COVID-19, sin embargo,  sería hipócrita si no mencionara los procesos de ansiedad que durante varias semanas pasaron de lo emocional a lo físico. Porque quién rayos puede llevar bien el hecho de hacer todo lo que se debe, y más, y que no pase nada? 

Mis amigos siempre me insinuaban, en lo que denominaré "check-in conversations", que quizás debería considerar el trabajo independiente, pero la fiebre del emprendimiento me tenía tan harta que prefería enfocar mis energías en formar parte de un proyecto ya maduro, de una empresa/organización "de verdad" con una estructura funcional y una brurocracia a la que se pudiera adaptar mi espíritu independiente. Sabía lo que quería y en eso enfoqué todos mis esfuerzos, aplicaciones, actualizaciones y re-actualizaciones de mi CV, entrevistas digitales (que tienen sus propias historias 😂), buscar, buscar y buscar. 

En el ínterin seguía recibiendo solicitudes de conocidos para apoyarles en proyectos particulares, pero mi comunicación siempre fue muy clara: 

- Te puedo apoyar, pero solo hasta que encuentre un empleo formal. 

Y continuaba en mi misión, jugando a la ruleta rusa con mis emociones, con mi paciencia, con mi ser. 

Mi problema no era que no llevara bien el hecho de que no pasara nada, sino el hecho de que no estaba pasando lo que yo quería. Recibí incluso mensajes de personas a quienes les había servido en mi primer trabajo y solo tenían cosas buenas qué decir de mi ética de trabajo y mi compromiso. Eso es algo, pero como no era la respuesta de una súper corporación, no contaba para mi en ese momento. 

Hace algunos años, en una de mis reflexiones decía que algunos están destinados a que alguien les abra la puerta de la oportunidad y otros estábamos destinados a construir nuestra propia puerta de oportunidades. Es lo que me había pasado siempre, es algo de lo que estaba orgullosa. Cómo esperaba que ahora fuera distinto? 

"Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado."

Las cosas estaban pasando, como siempre pasan. Lo que estaba para mí, que siempre ha sido el espacio de crear mis propias oportunidades, estaba ahí y se había hecho evidente en varias ocasiones. Lo he aceptado sin fuegos artificiales, sin grandes promesas pero con mucho entusiasmo. Con la esperanza  de que la sencillez del día a día nos permita construir cimientos robustos para soportar un espacio de desarrollo de proyectos interesantes, desarrollo profesional de gente buena donde nos toque abrirlas puertas de la oportunidad a muchos otros.

Se vale soñar, pero no debemos olvidarnos de dar espacio en nuestro foco a esas posibilidades menos "fancy" que también son nuestras, y que muchas veces nos permiten vivir experiencias que superan por mucho nuestros sueños. 

Hasta la próxima! 


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