En muchos sentidos, ha sido como si saltamos de marzo a septiembre, aunque en realidad hemos vivido el día a día más que en cualquier época de nuestras vidas. Pienso en el fin de año del 2019, en un enero tan lento y eterno como los otros, febrero de esperanza y vacaciones... Luego llegó marzo y se detuvo el tiempo.
Las primeras semanas teníamos la curiosidad mezclada con morbo y hasta un poco de alivio por estar en las casas. Luego fueron pasando los días, la convivencia se complicaba, el deseo de salir nos llenaba de ansiedad y la incertidumbre ante la comunicación confusa desde la OMS y el manejo irresponsable de la situación por las potencias mundiales nos tenía sin saber siquiera qué pensar.
El mundo se puso de cabeza, millones de personas se quedaron sin trabajo dependiendo de ayudas gubernamentales que no llegaban a todos. Pero bueno, hasta aquí no estoy contando nada nuevo. Todos hemos sido más vulnerables de lo que jamás hubiéramos pensado y la adaptación ha sido la clave de la supervivencia, pero cómo nos hemos adaptado? Ese ya es otro cuento.
Una de las grandes lecciones que deja para mi el 2020 es la comunicación efectiva sobre todo en lo relacionado con el manejo de quejas. A finales del 2019 estaba en el borde del burnout por situaciones que se estaban dando en la cultura de la empresa en la que trabajaba. Mi trabajo me encantaba, pero los cambios en la gente y la forma de hacer las cosas estaba acabando con el sello de excelencia al que apostaba. Intenté tocar el asunto en los escenarios donde era oportuno tratar esa clase de temas pero la gerencia me bloqueó:
- Qué problema? Hay algún problema?
Y cuando se fueron a pique las posibilidades de cambiar de empleo, canalicé mi frustración donde siempre lo he hecho, aquí, donde también celebro mis alegrías, donde también aparece registrado el entusiasmo, el alivio y la alegría con la que celebré en el momento en el que regresé a trabajar con ellos. De alguna forma asumo que la gerencia leyó mi post y una semana después de regresar de vacaciones me entregaron mi carta de cancelación. También fue un breve momento de fama porque aquel post se convirtió en viral hasta entre ex-empleados. Los motivos de la cancelación?
- Sabemos que ya no te sientes bien trabajando aquí.
Es una pena, me hubiera gustado que en ese momento hubieran sido transparentes conmigo para decirles de frente lo que sentía. Soy responsable de cada una de las letras escritas en ese post, por eso nunca he considerado borrarlo. Por qué digo que mi lección es sobre comunicación efectiva? Porque ese post debió ser un e-mail dirigido a ellos. Cuando quise tocar el tema y no me dejaron, debí seguirlo intentando y no dejar que la indignación eche raíces en mi corazón. Sí, en mi corazón, porque mi trabajo y mi compromiso con la empresa nunca lo vi de manera superficial y los niveles de eficiencia que mencionó casi todo el que respondió mi mensaje de despedida (porque a solicitud de la gerencia tuve que redactar un mensaje de despedida) habla más alto que mis propias palabras.
La cuarentena me sirvió para cubrir todas las etapas de ese duelo mientras estudiaba y me reinventaba para continuar, porque cuando vea mi vida en perspectiva eso será solo un pequeño capítulo de ella.
Descansé, fui a la playa tantas veces como pude en horarios de lujo. Levantarme a hacer ejercicios y ver los rayos del sol reflejarse poco a poco en el jardín de mami (al que llamo bosque para molestarla 😅) es una experiencia maravillosa que quedará para siempre grabada en mis pupilas, en mis emociones. Escuchar las reflexiones de Meditative Story mientras desayunada e imaginarme en cada uno de esos escenarios ... OMG!
También he experimentado el amor y el apoyo de los amigos que con múltiples formas de estar presentes te demuestran que te asumen en todas las etapas de tu vida y crean espacios en los que puedes ser vulnerable. Agradecimientos especiales a un novio abnegado que me ha tenido toda la paciencia del mundo mientras me doy cuenta que la autosuficiencia es más un lastre que un valor y siempre ha estado ahí para mi... love you.
Este año ha sido caótico para todo el mundo, pero dentro de todo ese caos he tenido muchas razones para ser feliz y para estar agradecida. Por el descanso, por el amor, por el apoyo y por la libertad.
Querido 2020, te puedes ir en paz!
Gracias por esta pieza ! ME encanta leerte
ResponderEliminarGracias a ti! Un abrazo!
EliminarHello 2021
ResponderEliminarSi!! Feliz año!
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