Ir al contenido principal

Frente al océano

 ¡Hola de nuevo! 

Los que me conocen saben que he tenido una relación particular con los trabajos.  Trabajar es una parte importante de mi vida, controla mis emociones más de lo que imaginé y es la mejor medida de mi crecimiento profesional.  En ese aspecto de mi vida siempre he tenido la vara alta, siempre me he exigido mucho, siempre me he entregado y aunque muchas veces me he sentido agotada, es también la gasolina que me mueve. Me ha llenado de satisfacción las cosas que he aprendido, la gente que he conocido, los lugares donde he ido trabajando y las experiencias que me ha permitido pagar (porque la verdad sea dicha, sin esos chelitos no hubiera podido hacer muchas cosas) para mantener el balance en mi vida. 

Siempre quise ese  "dream job" que mi mente fabricó y se fue perfeccionando gracias a los artículos de Harvard Business Review. Un equipo donde todos colaboran, donde todos aprenden. Un líder que inspira y que te permite tomar riesgos de esos que te retan como profesional y hacen escalar los negocios. Oportunidad de crecer, de cometer errores y la seguridad psicológica para asumirlos con responsabilidad. Crear cosas nuevas, cuestionar el "siempre lo he hecho así" etc. 

Tengo 35 años, he trabajado en 8 compañías distintas (estoy a punto de empezar en la #9), He conocido personas interesantes, fajadoras, inspiradoras... pero también me ha tocado ver y vivir la perspectiva compuesta por mala gestión, resentimientos, jefes que se sienten amenazados por los buenos trabajadores, gente a la que le molesta tus niveles de entrega,  inestabilidad, la tristeza de saber que te han cortado las alas, culturas tóxicas, sentirte en un charco empantanado del que te da miedo salir, varios caldos de cultivo de mediocridad. No es fácil cuando la comparación entre lo que lees y tu realidad te deja con una frustración que no sabes cómo superar... y esto me ha pasado varias veces. 

Una vez alguien me preguntaba sobre mi trabajo y la forma más honesta de describir mi situación fue:

- Me siento como un pie en un zapato que le queda pequeño. 
- Pues ¡corta la punta del zapato!

El sentido más rebelde de cortar la punta al zapato era renunciar, pero era algo que en ese momento no me podía permitir. Así que mi forma de cortar la punta del zapato fue guiarme por mi curiosidad, por mis deseos de hacer cosas y empezar a hacer lo que me correspondía y cooperar en cosas que no estaban exactamente incluídas en mi descripción de puesto. En ese momento mi jefe me observó y me dió libertad de participar, de tomar responsabilidades, empezó a exigir de acuerdo a las responsabilidades que tomaba, me permitió crecer y disfrutar bastante la experiencia (aunque mi salario era un asco, aprendí cosas que me llevaron a puestos donde me pagaron mejor, mucho mejor). Había cortado la punta del zapato a mi manera. 

Mi próximo trabajo fue económicamente mejor, pero había poco espacio para crecer. Traté de sobrevivir sin contaminarme, defendí mis propuestas con dignidad y respeto pero me encontré con la realidad de muchas empresas pequeñas destinadas a ser siempre pequeñas o a desaparecer:

- Fiores, aquí puedes tener buenas ideas, puedo escuchar todo lo que quieras plantear pero la democracia solo existe en la política. Al final se hará lo que yo diga aunque no sea lo más adecuado.

Todavía recuerdo esa conversación, la expresión de su rostro, la tranquilidad con la que lo dijo. Estaba convencido de que me iba a adaptar porque es la forma en la que suceden las cosas...  Gracias a Dios, no fue así.

Desde que renuncié a mi primer empleo me prometí a mi misma no volver a perder el tiempo en empresas que no van a ninguna parte o que no están acorde a mi propio código de valores o plan de aprendizaje.  A veces he tenido que asumir algunas realidades icómodas porque después de todo, soy pobre y hay cuentas qué pagar, pero siempre busco la manera de crecer o aprender. 

En estos días, viendo puestos vacantes, me encontré con una posición que se ajustaba a mi perfil, pero lo que más me gustó fue que entre las preguntas para aplicar a la posción había una que llamó mi atención:

¿Ultimamente, qué te inspira? 

No estaba segura de que me fueran a llamar, pero me inspiré para responder esa pregunta porque me gustó, porque nadie la hace y menos en un proceso de reclutamiento. 

30 minutos después recibí una llamada y me envolví en un espiral de 5 entrevistas que resultó ser tan retador y gratificante como una buena clase en la univerdad.  Todo ha sido diferente a lo que he vivido antes (y mira que he hecho más entrevistas de trabajo que las que puedo recordar), cada paso del proceso me ha recordado mis artículos favoritos (los que de hecho he usado como referencia en mis presentaciones) y, aunque en algún momento pensé que no lo lograría, I did it! 

Las últimas semanas me he estado preparando para iniciar la que promete ser una experiencia laboral muy interesante. Estoy un poco ansiosa porque no sé a ciencia cierta lo que el futuro aguarda por mi en este lugar, pero al mismo tiempo me emociona y estoy loca por empezar. 

Cuando me cancelaron a inicios de la pandemia, una chica que trabajaba en la misma empresa me dijo: 

"Ya era mucho tiempo para estar en un charcho, usted debe nadar en el océano" 




Tengo la sensación de estar a punto de entrar al océano. Esto va a requerir una versión de mi que todavía no conozco, pero estoy segura de que será mejor. 


Ya les contaré luego ;)





Comentarios

  1. Best Casino - Win Real money with MapyRO
    Find 논산 출장안마 the best 남원 출장샵 casino in Ohio. 경주 출장안마 Casino Resort, 순천 출장샵 Cuningham. Win real money with easy access 사천 출장샵 to the casino floor! River Rock Casino.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario