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Una Jornada con C - ¡Terminaron las quimioterapias!

Ya sé, ya sé 

Me he perdido un poco. 

Han sido muchas cosas en poco tiempo y el espacio de la inspiración para compartirles esta historia se lo ha robado el afán del día a día. Pero aquí estoy!

Con el fallecimiento de mi prima, y luego el fallecimiento de la mamá de mi prima en menos de un mes, el sentimiento de conciencia de la vulnerabilidad de la vida nos ha pegado fuerte. La trajedia que marca las muertes por COVID, la imposibilidad de una despedida apropiada, el miedo, el no saber si abrazar o no a tu familia... eso ha sido horrible y a mami le ha golpeado aún más porque con el aumento de los casos de COVID en San Cristobal le ha tocado el encierro total. 

Hace una semana que se dio la última quimioterapia de su tratamiento y eso es un alivio, en todo el sentido de la palabra. Se pasa mucho trabajo en el proceso, pero también se es testido de muchas historias de amor y de esperanza. Nunca voy a olvidar unos jóvenes que también tenían a su mamá el la sala de quimioterapia, él era delivery y entre un pedido y otro hacía una parada en el instituto para animar a su mamá (A los familiares les permiten pasar por 10 minutos, cada hora y un paciente puede pasar allí hasta 4 horas, dependiendo de la intensidad de su tratamiento). Él entraba con todo y la neverita que tienen para cargar sus pedidos y si no le daba chance de entrar se ponía en la ventana a hacerle señas o decirle cosas que la animaran. Fue muy bonito :) 



La solidaridad entre los enfermos también es una experiencia bonita. Gente te todas partes del país, sin conocerse empiezan a interactuar y a animarse entre uno y otro. Compartes sus historias, sus experiencias, sobre todo, comparten su esperanza y su fe (sin averiguar denominaciones religiosas). Me gustaría también hacer una mención especial al personal que trabaja en el instituto,  porque no es nada fácil trabajar el día entero con gente que está enferma, que está desesperada, que está confundida o desorientada, gente que en la mayoría de los casos no entienden las explicaciones y tienen que repetir lo mismo una y otra vez, cuidando siempre de decirlo con amor, con piedad.  De vez en cuando alguno pierde la paciencia, pero cómo no hacerlo? Siguen siendo humanos. 

Mientras nos prepararmos para las radioterapias tenemos dos semanas para respirar, en las cuales yo no he respirado porque he estado aplicando a puestos de trabajo y cada proceso de contratación es un mundo aparte... pero de eso les contaré luego ;)

La vida insiste en rodearnos de incertidumbre y yo sigo intentando controlar cada variable para crear mi propia realidad estable... lo cual siempre es misión imposible por razones que no tengo que explicarles.  Extraño una amiga en particular que siempre me sacaba de la sobriedad pero ahora hay una voz paciente que acompaña mis días y siempre me dice:

"Deja de dar tanta mente a las cosas, no te enojes tan fácil, 
nunca vas a tener todas las respuestas y vas a vivir estresada" 

No es tarea fácil pero lo estoy intentando. 

Mientras tranto, celebremos las pequeñas victorias ¡Celebremos que salimos vivos y bien de las quimioterapias (los valores en los análisis de mami están perfectos para ser un apaciente de quimio)!

Nos vemos en la próxima! 

Nota: Extraño la visita de las primas los domingos, el COVID nos ha robado el cariño presencial :/






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