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Como la chica del violín

Creo que ya hace un par de años de esto. Una amiga nos invitó a uno de los eventos de conmemoración del día de Europa. Se trataba de una concierto en el teatro nacional con la orquesta sinfónica juvenil dirigida por el maestro Alberto Rincón. 

¡Fue increíble! Una organización perfecta, fue un verdadero placer disfrutar de cada pieza musical.  Entre todos los músicos había una chica que llamó particularmente mi atención (y no solo la mía, porque al final todas la mencionamos en nuestros comentarios): 

- ¿Notaron la chica del violín? Todos tocaron muy bien pero ella se veía feliz, disfrutando el momento, disfrutando lo que hacía ¡Cuanta pasión!

Se trata de la violinista Yohali Montero,  y me pasa que cada vez que estoy trabajando en un proyecto interesante me acuerdo de ella, de ese día, de la gracia y la maestría con la que tocaba. Dándonos una lección a todos de lo que significa trabajar con pasión y disfrutar del proceso. 

Quisiera tratar mis asignaciones, que muchas veces pudieran parecer repetitivas y un poco aburridas, como si se tratara una pieza musical. Mantener el enfoque, trabajar con energía y sonreír aún en las notas más difíciles.  Mi escenario es un escritorio y mi audiencia se encuentra muchas veces del otro lado del zoom meeting, de la forma que sea, todos tenemos un público que nos observa y al que inspiraremos en la medida en que disfrutemos lo que hacemos y nos enfoquemos en hacerlo bien. 


La lección que aprendí aquella tarde todavía me acompaña.  Y sí, he seguido la carrera de Yohali porque su trabajo, y el de otros jóvenes talentosos, renuevan nuestra fe en el potencial talento nacional. Esos chic@s necesitan nuestros aplausos y nuestro apoyo. 

¡Hasta la próxima! 



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