Crazy, Challenging, Beautiful Year

Inicie el post de despedida del 2022 anunciando que me casé así que, para hacer justicia, debo iniciar este anunciando que me estoy divorciando. I know, I know… It’s crazy.

El año completo ha sido loco, desafiante y hermoso… todo al mismo tiempo!

Recuerdo perfectamente el verano de 2022 cuando me quejaba de sentirme como una bolsa de plástico en medio del mar, ahora he encontrado mi estado de flow en esa sensación y la he abrazado. 

A veces siento que estoy recuperando una vida que perdí sin darme cuenta. Retomando hábitos que había abandonado, reviviendo alegrías, curando ese detestable sentimiento de unlovable con el que salí del matrimonio, perdonándome el hecho de haber elegido mal y agradeciendo que pude reaccionar a tiempo.  No me siento con derecho de teorizar sobre el matrimonio; de volver a intentarlo, espero que sea con la persona correcta. 

Pasé de decir abiertamente que hace muchos años ya había quemado mi etapa de tener mascotas, a llegar a una casa donde me esperan dos perros que no se soportan entre ellos y que a cada uno disfruto de forma distinta. La energía inagotable de Joy es fascinate y preocupante al mismo tiempo (cuanta destrucción ha causado esa energía diomio!) y la insaciable necesidad de afecto de Scooby (mi papá le puso ese nombre y todavía estoy… WTF) le ablanda el corazón a la más grinch (Me!), de manera que fácilmente me pueden encontrar en un mueble leyendo y acariciando al perro. 

Lesson learned? Never say never ;) 

En el ámbito profesional este año ha sido “doña Fiores in the making” Jesús Santísimo! Solo diré que discutir en inglés es un nuevo nivel de “professional working proficiency” lol. He aprendido mucho, he tenido que ejercer la vulnerabilidad extrema al punto de permitirme sentirme como una completa idiota para realmente entender todo lo que mi ego me había echo creer que sabía. No ha sido fácil! Hay días en los que no quieres estar en la oficina, días en los que un abrazo es el refugio contra la ansiedad de un compañero, días en los que tú eres el compañero que necesita el abrazo… y así poco a poco vamos sorteando problemas, conociéndonos, avanzando, creciendo. 

Como algunos saben, en cáncer de mami volvió. Esta vez las quisimos son más fuertes, el panorama es mucho más incierto pero todos estamos viviendo la situación desde una perspectiva totalmente distinta a la primera experiencia. Abrazando los días buenos y manteniendo la calma en los días malos. Sin quejarnos, sin reclamar, un día a la vez. 

Agradezco a este año todas las dificultades que me han hecho aprender las lecciones necesarias para quitarme el peso que me impedía avanzar. Agradezco el amor, los momentos de alegría, los días en los que el corazón pesa y a quienes te abrazan cuando el corazón pesa. 

No sé si estoy ready para lo que viene, pero nada evitará que llegue. Así que aquí estoy, con los brazos abiertos, el espíritu dispuesto y un libro de 365 páginas en blanco con ansias de que lo llenen de historias :)